Empezar a desarrollar un producto sin un product discovery es como empezar una casa sin planos. Podés avanzar rápido, sí, pero los riesgos de tener que derribar y reconstruir después son altísimos.
El product discovery es ese momento inicial en el que transformamos una idea en un plan concreto. Es donde alineamos a todos los involucrados, reducimos riesgos antes del desarrollo y diseñamos los primeros wireframes que nos permiten ver si lo que imaginamos realmente hace sentido.
¡El product discovery siempre está! Aunque no lo veas…
Algo que muchos no saben es que el discovery siempre existe antes de iniciar un proyecto digital. La diferencia está en cómo se hace y con qué nivel de profundidad.
- En la situación ideal, lo hacen juntos el dueño del producto y el equipo de desarrollo, con workshops, iteraciones y una mirada compartida.
- A veces, lo hace solo el dueño del producto, con ayuda de consultores o incluso de alguna herramienta de IA. El resultado suele ser más limitado.
- Otras veces, lo encara el equipo de desarrollo en solitario, a partir de supuestos y preguntas concretas, para poder estimar plazos y esfuerzo.
La realidad es que el discovery puede darse en un simple intercambio de mails, o puede implicar horas de trabajo de un equipo completo. Dependerá del tamaño y la complejidad del producto final. Claro, no es lo mismo construir una landing que un sistema de gestión integral.
¿Cuándo recomendamos un Discovery formal?
En Tupaca vemos dos situaciones en las que avanzar con un discovery estructurado es imprescindible:
- Cuando el cliente no tiene del todo claro qué producto necesita.
El discovery ayuda a transformar ideas sueltas en un plan concreto, con objetivos claros y prioridades definidas. - Cuando el sistema que se busca construir es grande y complejo.
En este caso, el discovery es la única forma de tener cierta certeza de plazos, presupuesto y alcance realista. Sin ese análisis, el riesgo de desvíos es demasiado alto.
Nuestro proceso de Product Discovery
Cada empresa tiene su metodología, pero en nuestro caso diseñamos un proceso claro y ágil que combina estrategia, diseño y definición técnica a partir de algunas iteraciones.
El gráfico que usamos resume muy bien este camino: cómo vamos desde una idea inicial hasta un roadmap claro, listo para ejecutar.


Por qué es una inversión y no un gasto
A veces nos preguntan si el discovery no retrasa el proyecto y encima genera un costo innecesario. La respuesta es simple: un discovery sólido acelera. Evita errores costosos y permite arrancar el desarrollo con un norte claro.
Al terminar esta etapa, el cliente no solo tiene una visión validada de su producto, sino también un roadmap con prioridades, tiempos y costos definidos. Y eso, a la larga, es lo que marca la diferencia entre un proyecto que escala y otro que se pierde en el camino.
Amiguémonos con el discovery <3
Estoy convencida de que la consultoría de producto y los procesos de discovery son uno de los aportes más valiosos que podemos dar. Más allá del código, lo que hacemos es alinear equipos, ordenar prioridades y convertir ideas en estrategias tangibles. ¡La creatividad está a flor de piel en este proceso!
En cada discovery que acompañamos, vemos la misma reacción: alivio, claridad y entusiasmo por empezar. Esa es la señal de que vamos por buen camino.